viernes, 10 de abril de 2015

Limpieza de cutis

Limpieza de cutis perfecta según tu tipo de piel

Limpieza de cutis perfecta según tu tipo de piel

A la hora de conseguir un cutis perfecto, necesitas productos que, además de retirar la suciedad, proporcionen a tu dermis los cuidados faciales específicos que necesita.

Sensible: máxima suavidad

Propenso a las rojeces y a las irritaciones, este tipo de cutis requiere unos cuidados muy especiales.

Agua micelar. Debes utilizar productos con agentes limpiadores muy suaves para que no irriten la piel. También es importante que no contengan perfumes ni conservantes. Uno de los más adecuados en este caso es el agua micelar, ya que permite eliminar las impurezas sin alterar la barrera hidrolipídica que protege el cutis de las agresiones exteriores.

Agua termal en lugar de tónico. En el caso de las pieles sensibles, el tónico puede resultar demasiado irritante, por lo que es mucho mejor sustituirlo por un agua termal, un producto con acción calmante y suavizante.

Grasa y con acné: productos purificantes

El exceso de sebo tapona el poro y provoca la aparición de granitos y demás impurezas. Por esta razón, la limpieza facial resulta totalmente imprescindible en estos casos.

Retirar las impurezas sin agredir. La limpieza debe ser profunda, pero no demasiado agresiva, ya que, si utilizamos productos excesivamente irritantes, podemos provocar un efecto rebote, estimulando todavía más la producción de grasa.

Batalla contra las bacterias. Los productos limpiadores deben contener principios activos que permitan controlar la producción de grasa (seborreguladores) y desinfectar la piel (antibacterianos).

Al agua. Los cosméticos más adecuados para este tipo de cutis son los geles y las espumas que se eliminan con agua, ya que, además de retirar las impurezas con eficacia aportan una agradable sensación de frescor.

Seca: la limpieza que hidrata

Hay que limpiar la piel, pero respetando en todo momento su delicada naturaleza. De lo contrario, los problemas de sequedad y tirantez se agudizarán todavía más.

Leche desmaquillante. Los cutis secos necesitan productos con principios activos que retienen las impurezas sin eliminar las reservas de agua que los mantiene hidratados. La leche o la crema desmaquillantes resultan ideales para ello. Algunas de ellas incluyen aceites naturales que contribuyen a mantener la piel suave e hidratada. Se aplican directamente sobre la piel y se retiran con la ayuda de un algodón. Evita, por el contrario, los jabones, las espumas, los geles y todos los productos que se eliminen con agua.

Tónico sin alcohol. Tras la limpieza, el tónico resulta imprescindible, ya que elimina los restos de desmaquillante que puedan quedar en la piel, además de cerrar el poro y restablecer el pH cutáneo. Es importante, sin embargo, que no lleve alcohol, ya que resecaría la dermis todavía más.

Consejos

Agua mineral. En algunas zonas, el agua del grifo es muy “dura” (excesivamente calcárea), y reseca demasiado la piel. En estos casos, puede resultar útil utilizar agua embotellada para realizar la limpieza facial.

Dos veces al día. Todos los tipos de cutis deben limpiarse a diario, por la mañana y por la noche, incluso si no han sido maquillados. La limpieza no sólo sirve para retirar el maquillaje, sino también las secreciones sebáceas y las partículas de polvo y suciedad que se acumulan en su superficie.

Sólo productos específicos. La piel del rostro es muy delicada y necesita limpiadores especialmente formulados para ella. Productos como jabones de manos, geles de baño… no sólo no resultan adecuados, sino que, además, alteran el manto ácido de la piel y la estropean.

Toallitas, en contadas ocasiones. Son una buena solución cuando estamos de viaje o tenemos prisa pero no es aconsejable utilizarlas como limpiador habitual, ya que su formulación no es tan completa como los otros productos. 
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