Ritual con la escoba

Antiguo ritual para quitar las influencias negativas

Imagen: forwallpaper.com

Ritual con escoba de brezo, rodéate de energía positiva

Son numerosas las tradiciones relacionadas con la escoba y, sin duda, una de las más importantes es su asociación con las brujas.

En la Inglaterra medieval, las escobas eran consideradas herramientas esencialmente femeninas, y si una mujer deseaba indicar que no estaba en casa, colocaba fuera la suya.

Fabricadas con varitas de abedul, brezo o retama, se empleaban en los matrimonios gitanos. Conocida como “Boda de escoba”, la ceremonia ordenaba que los contrayentes, dándose la mano, saltaran hacia delante y hacia atrás sobre el útil doméstico antes de que la novia recibiese en un dedo un anillo de junco.

Todavía es posible adquirir una escoba de retama, pero si cuesta adquirirla se puede emplear para este ritual otra cualquiera.

Se necesitan una escoba hecha con ramas finas de brezo o retama y una varita de incienso.

Método:

Se llevará a cabo este ritual con la Luna en Cuarto Creciente.

Tenemos que barrer la casa, y es importante empezar desde la habitación más alejada de la entrada hasta dicha entrada, intentando, a la vez que barremos, expulsar “simbólicamente” las influencias negativas. Es importante que expulsemos nuestros sentimientos o pensamientos negativos, y pensemos en que ninguna influencia negativa llegará a nosotros, al contrario, tenemos que ir visualizando que nos encontramos rodeados de energía positiva.

Cuando terminemos de barrer la entrada, estando en el umbral de cara hacia fuera de la casa, recogeremos lo barrido y lo metemos en una bolsa que directamente (sin meter la bolsa otra vez en casa) la tiraremos a un contenedor exterior (lo ideal sería vaciar la bolsa en una alcantarilla).

Cuando regresemos a casa, encendemos la varilla de incienso y la pasearemos desde la misma habitación más alejada de la entrada hasta el umbral de la puerta de dicha entrada, pasando el incienso por las esquinas (ángulos de cada pared) de cada habitación (de esquina a esquina). Hay quien prefiere poner el incienso en el centro de la casa y dejar que las habitaciones se impregnen. 

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