Sobre lunas y sus usos mágicos: Luna creciente y Luna menguante
Gran parte de la auténtica brujería es la magia de la Luna, derivada del antiquísimo culto popular a la Luna
Luna creciente
La hechicería que se relaciona con todo aquello que se desea
incrementar o atraer se realiza mejor cuando hay Luna creciente. Es decir, en
esta fase lunar se hacen conjuros y se efectúan rituales que involucran
nacimientos, la fuerza, el crecimiento, el cultivo de jardines, la amistad, la
armonía, la felicidad, el logro de objetivos y metas, viajes, protección,
enseñanza, trabajar con el clima (para atraer), y cambios positivos.
La magia del amor y los hechizos para la salud, buena suerte
y dinero también se realizan durante esta fase.
En la corriente de la Wicca orientada a la diosa, la Luna
creciente corresponde a la doncella (también a guerreras y vírgenes) en su
acepción de Triple Diosa.
Luna menguante
Los hechizos que disminuyen, alejan o llevan a término
ciertos asuntos se realizar mejor con la Luna menguante. En esta fase lunar se
hacen hechizos y rituales que involucran la exoneración, la reversión, la
muerte y la resurrección, la sanación, la sabiduría, la madurez, la
contramagia, el liberarse de ataduras, la superación, hechizos para modificar
el clima, la pérdida de peso, la venta de propiedades y el rompimiento de
adicciones, malos hábitos y rachas de mala suerte.
Expulsiones, ataduras, exorcismos; el lanzamiento y la
ruptura de maldiciones también son, tradicionalmente, desarrollados durante la
Luna menguante.
En la corriente de la Wicca orientada a la diosa, esta fase lunar corresponde al aspecto de vieja de la Triple Diosa, y muchos wiccas (especialmente las mujeres posmenopáusicas) realizan ritos de reverencia a la vieja (o la diosa de la oscuridad) durante la Luna menguante.
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