No sólo la dieta y el ejercicio influyen en el peso de los
niños, también el descanso tiene una importancia crucial. Los niños que duermen
menos de 10 horas en edad escolar podrían activar los genes responsables de la
obesidad, según ha concluido un estudio elaborado por pediatras del Hospital
Josep Trueta de Girona, y que forma parte del Instituto de Investigación
Biomédica de Girona (IDIBGI).
El trabajo, liderado por el doctor Abel López Bermejo, y
cuyos resultados se publican en la revista International Journal of
Obesity, constata que la falta de sueño se asocia a la obesidad de los niños
antes de que empiecen la pubertad, sobre todo si presentan un riesgo genético.
En sus conclusiones, los autores consideran que los niños tendrían que dormir un mínimo de 10 horas y los adolescentes 8 horas, puesto que descansar menos tiempo de lo que se valora como óptimo es uno de los mecanismos que explica un crecimiento del riesgo de ser obeso.
También se ha observado que los niños con falta de sueño muestran una mayor tendencia a tener otros malos hábitos como dieta inadecuada, sedentarismo…
Los responsables del artículo recuerdan que la obesidad continúa aumentando en países desarrollados como EE.UU., donde el 60% de la población presenta sobrepeso u obesidad.
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