¿Por qué se dice que el destino es rojo si es invisible?
La leyenda del hilo rojo del destino
Hay una leyenda de origen japonés, que dice que entre dos o
más personas que están destinadas a
tener un lazo afectivo existe un hilo rojo y que viene con ellas desde su
nacimiento, independientemente del momento de sus vidas en el que las personas
vayan a conocerse.
“Hace mucho tiempo, un emperador se enteró de que en una de
las provincias de su reino vivía una bruja muy poderosa que tenía la capacidad de poder ver el hilo rojo del destino y la
mandó traer ante su presencia.
Cuando la bruja llegó, el emperador le ordenó que buscara el otro extremo del hilo que
llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que sería su esposa; la bruja
accedió a esta petición y comenzó a
seguir y seguir el hilo. Esta búsqueda los llevo hasta un mercado en donde una
pobre campesina con un bebé en los brazos ofrecía sus productos.
Al llegar hasta donde estaba esta campesina, la bruja se detuvo
frente a ella y la invitó a ponerse de pie e hizo que el joven emperador se
acercara y le dijo : “Aquí termina tu
hilo”, pero al escuchar esto, el emperador enfureció creyendo que era una
burla de la bruja , empujó a la campesina que aún llevaba a su pequeña bebé en
los brazos y la hizo caer haciendo que el
bebé se hiciera una gran herida en la frente, ordenó a sus guardias que
detuvieran a la bruja y le cortaran la cabeza.
Muchos años después, llegó el momento en que este emperador
debía casarse y su corte le recomendó que lo mejor era que desposara a la hija
de un general muy poderoso. Aceptó, y llegó el día de la boda y el momento de
ver por primera vez la cara de su esposa, la cual entró al templo con un
hermoso vestido y un velo que la cubría totalmente.
Al levantarle el velo vio por primera vez que este hermoso
rostro… tenía una cicatriz muy peculiar
en la frente”.
Una cicatriz que él
mismo había provocado al no ver al destino que había pasado frente a él.
Y es que este hilo
rojo invisible del destino conecta a aquellos que están destinados a
encontrarse, sin importar el tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se
puede estirar o contraer, pero nunca
romper.
Esta leyenda surge cuando se descubre que la arteria ulnar o
cubital (arteria ulnaris) conecta el
corazón con el dedo meñique. Al estar unidos por esa arteria se comenzó a
decir que “los hilos rojos del destino
unían los meñiques con los corazones”; difundiendo así que son la representación de los caminos del
destino.
Existe otra leyenda menos popular sobre este hilo rojo que cuenta que un anciano que vive en la luna, sale cada noche y busca entre las almas aquellas que están predestinadas a unirse en la tierra, y cuando las encuentra las ata con un hilo rojo para que no se pierdan.
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