Capricornio, prudente, disciplinado, realista y ambicioso

¿Cómo es el signo Capricornio?

Capricornio es el décimo signo del zodíaco. Es un signo cardinal, femenino, el primero del invierno, que corresponde al periodo en que las noches son más largas que los días. El Sol entra en este signo el 20 o 21 de diciembre y se queda hasta el 19 o 20 de enero, según los años

Su estación: el invierno. El frío penetra poco a poco la tierra. Pero, en lo más profundo, las semillas trabajan, se aíslan y se protegen. Los árboles han perdido sus hojas. Los animales invernan. Los hombres se refugian en sus casas para protegerse del frío.

Su elemento: la Tierra. Se trata de la tierra de aspecto austero y estéril, pero que guarda en su seno las riquezas para el futuro. Es una tierra fría y muerta en el exterior, pero caliente y viva en el interior.

Su regente: Saturno-Crono, dios del tiempo.

Sus colores: todos los matices del violeta y el marrón, especialmente el violeta del cobalto, el marrón del cato o el de la sepia.

Su metal: el plomo.

Sus piedras: el ámbar, el ónice.

Sus signo opuesto y complementario: Cáncer.

Sus correspondencias anatómicas: las rodillas, la piel, las articulaciones, los huesos y el esqueleto.

Capricornio, perseverancia y prudencia, signo de la voluntad ambiciosa, tenaz y calculador, a veces distante y hermético

Carácter: temperamento frío, ritmo y reflejos lentos, vitalidad restringida, compensada por un sistema de autodefensa muy elaborado, una voluntad de bastarse con él mismo, de no contar con nadie más que él. Tendencia a la desconfianza en relación a todo lo que no es racional o coherente.

Fuerte concentración en el presente y rigurosa planificación del futuro, dedicándose a una ambición, una finalidad única u objetivo a largo plazo, para evitar cualquier imprevisto. Sentido del deber, de la responsabilidad y la autodisciplina. Naturaleza dura, rígida, exigente, selectiva.

Carácter introvertido, íntegro, serio, riguroso, prudente, orgulloso, tendente al pesimismo, a veces egocéntrico, misántropo o insensible a los sentimientos y necesidades de los demás, a veces muy diplomático. Necesidad de tener convicciones y certezas adquiridas con la experiencia o de haberse enfrentado a principios o valores comprobados. Mente lógica, sagaz, lúcida, sintética, prudente, escéptica, estoica y racional. Psicológicamente, este signo corresponde a la toma de conciencia de la independencia del yo, revelada por la facultad de discernimiento. Esta facultad empuja al nativo de este signo a aislarse para poder explotar todos sus recursos interiores. En amor, no es muy expansivo, pero es sincero y constante.

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