El amor del hombre Aries, 1er decanato: del 21 al 31 de marzo
Se trata de un hombre de temperamento apasionado, impulsivo,
muy viril, cuyos actos los dicta un instinto muy seguro, que él desarrolla y
cultiva a menudo para compensar su falta de previsión y perseverancia.
Su agresividad es vital pero, a pesar de la capacidad de acción, la espontaneidad de sus deseos y la ansiedad o la impaciencia que manifiesta en su voluntad de satisfacerlos, sus fuerzas y recursos son muy secretos. Así, da muestras de una confianza en sí mismo cercana a la presunción, que le vuelve audaz, a veces ofuscado o inconsciente, pero sabe demostrar un gran dominio de sí mismo y una temible eficacia cuando quiere alcanzar un objetivo.
Su agresividad es vital pero, a pesar de la capacidad de acción, la espontaneidad de sus deseos y la ansiedad o la impaciencia que manifiesta en su voluntad de satisfacerlos, sus fuerzas y recursos son muy secretos. Así, da muestras de una confianza en sí mismo cercana a la presunción, que le vuelve audaz, a veces ofuscado o inconsciente, pero sabe demostrar un gran dominio de sí mismo y una temible eficacia cuando quiere alcanzar un objetivo.
Sus sentimientos son violentos, tan evidentes para él, que
no se plantea ni por un momento que el objeto de sus deseos o el objeto ansiado
pueda dudar o no sentir idénticos deseos respecto a él.
Este comportamiento amoroso primario le hace especialmente
exclusivo y exigente en sus relaciones, siempre busca llamar la atención del
ser amado, convirtiéndose en inevitable e ineludible.
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