El tomate, la papaya, la naranja y el limón, grandes aliados para regenerar nuestra piel
El peeling elimina las células muertas y regenera nuestra piel dándonos suavidad, elasticidad y luminosidad
Un peeling
facial es un tratamiento (químico o casero) que consiste en actuar en las
capas superficiales de la piel para eliminar las células muertas y estimular
así, la regeneración de nuestra piel. Es recomendable porque evita el
envejecimiento de la piel, limpia el rostro en profundidad, combate problemas
leves de acné y desaparecen los puntos negros. Los resultados que se obtienen
son suavidad en la piel, elasticidad y luminosidad.
A la hora de realizar un peeling debemos
tener la piel muy limpia, y sería recomendable hacerse una prueba con un poco
de producto antes de realizar el tratamiento para evitar posibles alergias. El
producto no se debe aplicar nunca en ojos o labios y después del tratamiento es
muy recomendable aplicarse una crema rica en vitamina E. Una vez finalizado el peeling no se debe depilar la zona; tampoco es aconsejable tomar el sol.
Existen productos químicos que suelen ser algo fuertes y
caros, lo ideal es optar por los remedios caseros que, además de
salir más barato, son igualmente eficaces.
Aquí tienes algunos remedios que funcionan exfoliando a modo
de mascarilla, si quieres que tengan un efecto peeling en el que exfoliar la piel a base de masajes con una
sustancia de arrastre, puedes utilizar sal, azúcar o hueso de albaricoque
molido.
- Tomate: para piel con acné o impurezas. Es necesario
aplicarlo durante 20 minutos, esta mascarilla de tomate funciona bien contra
los puntos negros. Simplemente debéis triturarlo de manera que resulte una
pasta fina sin llegar a convertirse en zumo.
- Naranja y cáscaras de limón: preparar zumo de
naranja y limón y añadir la cáscara rallada de limón en una taza mediana.
Posteriormente añadir gelatina y calentar la mezcla hasta que la gelatina se
disuelva. Una vez enfriada en la nevera añadir a la pasta una yema de huevo. Se
debe aplicar durante 20 minutos.
- Jugo de papaya: para crear el exfoliante se debe licuar la cáscara y las semillas de la papaya y por otro lado derretir gelatina en una sartén añadiendo unas gotas de agua, posteriormente mezclarlo todo bien y dejarlo en la nevera unos 15 minutos. Aplicároslo durante 15 minutos y enjuagad con agua tibia junto a un suave masaje.
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