El kiwi es muy eficaz para combatir resfriados y gripes y evitar recaídas. Contiene dos veces más vitamina C que la naranja
Ayuda a digerir proteínas y contribuye a reducir el
colesterol
El kiwi es originario de China y cuando llegó a Nueva
Zelanda se le conocía con el nombre de grosella china y melonette. A partir de
1959, se le llamó kiwi, ya que su forma redonda y su color marrón recordaba al
pájaro kiwi, símbolo nacional de este país.
El kiwi es una fruta que puede considerarse muy eficaz para
combatir resfriados y gripes, además de proporcionar defensas al organismo para
evitar recaídas, gracias a que contiene dos veces más vitamina C que la naranja
y una importante cantidad de vitamina E y vitamina A.
Es rica en fibra y en actinidina, sustancia que ayuda a
digerir proteínas, por lo que no sólo favorece el tránsito intestinal, sino que
también facilita una buena digestión de los alimentos y contribuye a reducir el
colesterol.
100 g de kiwi nos aporta:
Potasio: 244 mg
Energía: 49 kcal
Vitamina C: 68 mg
Vitamina E: 0,93 mg
Fibra: 2,8 g
Es muy recomendable que las embarazadas incluyan esta fruta
en su alimentación, ya que su ingesta, además de añadir pocas calorías, lo que
permite mantener una dieta sana y equilibrada, tiene la gran ventaja de
proporcionar ácido fólico, un componente que interviene en la correcta formación
de células y tejidos y previene anomalías en el feto.
El kiwi está presente en el mercado desde el otoño hasta la primavera, pero durante los meses de invierno es cuando madura y el fruto es más dulce y aromático. No sólo se puede disfrutar simplemente cortándolo por la mitad y degustando su pulpa con una cuchara sino que también ofrece muchas posibilidades en la cocina, ya que con esta fruta se pueden elaborar deliciosos postres como helados, macedonias, tartas, bizcochos… o preparar entrantes combinando bien con pollo, pescados, mariscos, hortalizas…
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