¡El Tarot siempre a punto!
La baraja de Tarot es un instrumento mágico que requiere un
tratamiento especial
En primer lugar, no podemos guardarla en cualquier sitio;
la tradición aconseja envolver el mazo de cartas con un pañuelo de tela natural
(algodón, lino, seda…) de color morado o blanco o, en su defecto, del color que
corresponda al signo zodiacal del tirador.
Cuando no usemos las cartas, deberemos guardarlas de esa
forma y depositarlas en una caja de madera, para preservarlas de miradas indiscretas
e influencias negativas.
También es necesario purificar la baraja después de cada
consulta para liberarla de las vibraciones energéticas del consultante y
dejarla preparada para la siguiente sesión. Una forma sencilla de hacerlo es
pasar el mazo de cartas por encima del humo de una barrita de incienso, cuyo
perfume puede ser el que más te guste, o una mezcla de cedro y salvia.
Si procedemos de esa manera, el Tarot siempre estará
preparado para responder fielmente a cualquier pregunta.
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