Es a la vez una mujer de corazón y racional. En amor, se
entrega en cuerpo y alma, como si pusiera su vida y su destino sobre el tapete
de los sentimientos que experimenta y suscita, y que los demás sienten por
ella.
Así, paradójicamente, aunque sea una mujer de corazón y a la vez racional, tal como acabamos de subrayar, no deja de perder la razón cuando ama, dejándose ofuscar por sus sentimientos, emociones y deseos, que le invaden el pensamiento. Por eso, tiende a sublimar al ser amado, a ponerle en un pedestal inaccesible e inabordable.
Así, paradójicamente, aunque sea una mujer de corazón y a la vez racional, tal como acabamos de subrayar, no deja de perder la razón cuando ama, dejándose ofuscar por sus sentimientos, emociones y deseos, que le invaden el pensamiento. Por eso, tiende a sublimar al ser amado, a ponerle en un pedestal inaccesible e inabordable.
Sin embargo, sus decepciones pueden estar a la medida de sus
arrebatos y su ofuscado idealismo. Y no siempre está protegida contra los
flechazos seguidos de crisis violentas de desánimo o de desesperación, que
supera valientemente, pero que, mientras duran, la sumergen en un gran
desasosiego.
Necesita tiempo para adquirir una mayor confianza en sí
misma y dominar su impulsividad emocional.
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