El amor, como un buen vino, necesita degustarse con calma
A medida que vayas conociendo a tu posible pareja, será más fácil saber a qué velocidad viajan sus sentimientos
Hoy en día, todo transcurre a una gran velocidad y las
relaciones humanas no son una excepción. Pero el amor, como un buen vino,
necesita degustarse con calma. Actuar de forma precipitada puede hacer que se
rompa la magia.
Respetar el tiempo.
Cuando conocemos a una persona especial, la llama del amor empieza a prender. Si
queremos que esa chispa se convierta en una buena hoguera, hay que avivarla,
pero con tranquilidad. Si lo hacemos con demasiada energía corremos el peligro
de que se consuma rápidamente y que esa chispa se quede en nada.
Iniciar el cortejo.
La clave está en avanzar sin prisas pero también sin pausa, ya que los tiempos
muertos en la relación también pueden enfriar la pasión. Es necesario, por lo
tanto, mantener el contacto mediante citas, mensajes… e ir iniciando el cortejo
sin precipitarse. De esta manera, la pasión se irá acrecentando gradualmente.
Observar la reacción del otro. Hay personas a las que les gusta avanzar rápido, otras que tienen una cierta alergia al compromiso. A medida que vayas conociendo a tu posible pareja, será más fácil saber a qué velocidad viajan sus sentimientos y cuando es el mejor momento de empezar a avanzar un poco más deprisa en la relación. Es importante en definitiva, que observes sus reacciones si no quieres meter la pata.
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